La tierra de capote es la primera capa de tierra que se encuentra debajo del musgo o debajo de la superficie del bosque. Su extracción requería una exhaustiva exploración en zonas donde proliferaban helechos, árboles de pino ciprés y variedad de robles. Los tierreros-silleteros sabían diferenciar muy bien la tierra negra de la de capote, y separar de éstas y del musgo, todas las basuras con las que venían.
La jardinería practicada por las amas de casa, aumentó la solicitud de tierras a los silleteros que bajaban a ofertar productos agrícolas en las plazas de la ciudad. Esto implicaba abastecerse de diversos productos útiles para el cuidado de las plantas, que ya no tenían a la mano, tal como la tierra de capote, la tierra negra -que servían para abonarlas- y el musgo, que además embellecía las macetas.
La distribución de los productos en Medellín se hacía en carretillas o en costales de cabuya a la espalda. Los clientes estaban diseminados por los barrios y la venta se hacía en bolsitas o por puñados si era al menudeo, o de toda la carga si estaba contratada por una floristería o algún sitio que así lo requiriera.