OFICIOS

La tradición silletera tiene un soporte muy sólido: el universo campesino que la ha respaldado desde sus orígenes. Aunque el imaginario popular suela asociarla únicamente con el cultivo y la comercialización de las flores -y, en consecuencia, con el desfile anual de silleteros, cuya primera edición ocurrió en 1957-, su valor patrimonial radica en los saberes y las prácticas de quienes jalonaron la configuración del territorio cultural silletero desde hace más de cien años. Este apartado es un sencillo homenaje a esos hombres y mujeres que, al construir sus proyectos de vida, escribieron las historias de sus comunidades a través de unos oficios que hoy hacen parte de la invaluable memoria de nuestra ciudad.

Unos oficios que, aunque han perdido lugar con el paso del tiempo, nos acercan a la cosmovisión de unos campesinos situados a unos pasos de la ciudad. La extracción de los productos del bosque, la construcción en tapia, el cultivo y procesamiento de la cabuya y las mujeres lavanderas son apenas cuatro de los muchos oficios que cayeron en el olvido en esta zona rural de Medellín, cada vez más amenazada por la conurbación. Cuatro pretextos narrativos que justifican la siempre inacabada tarea de Raíces, Cultura silletera: seguir depurando la información que sustenta por qué el universo silletero es patrimonio cultural inmaterial de nuestro país.