Don Rubén recuerda de manera lúcida la vereda San Miguel donde nació y creció con muchos hermanos. Sus padres desempeñaron algunos oficios típicos del corregimiento: quemaban carbón, sacaban cabuya, vendían carrizos en Rionegro y Pitalito, y hacían jabón de tierra. Heredero de los conocimientos de sus padres ahonda en el procedimiento para obtener el jabón de tierra, cómo y dónde lo vendían. Piensa en su primera esposa, la muerte de ella por causa de un parto casero, la casa que construyeron ambos en tapia, como recuerdos que aún resguarda con cariño. Don Rubén construía las casas en tapia, conocía el material, el tiempo que requerían y los costos. El Desfile Silleteros, vinculado al contrato para desfilar cada año en la Feria de las Flores, es uno de sus recuerdos más preciados por su valor simbólico. En su vida se encargó de transmitir conocimientos referentes a los cargadores y cómo se fabricaban. Recuerdos sobre los juegos de su infancia lo acompañan con alegría. Narra cómo fue su segundo matrimonio, cómo quemaban el carbón y cómo era la fabricación del cajón que sostiene la silleta en su totalidad. Para solventar gastos vendían ganado en Rionegro, Santuario y Marinilla. Su vida en Santa Elena transcurrió entre familia, flores y comida. En la entrevista se cuenta sobre el cultivo de papa, frijol, maíz y las facetas de la luna más beneficiosas para cultivar. Finalmente, rememora un poco la vida en Medellín en los ochenta, la ropa que utilizaba para los desfiles y la celebración de la navidad.